Ionizando la nube

Por: Paul Estrella

Hace muchos años se habla del concepto de la nube, pero solo el incremento de la capacidad de carga y el desarrollo de nuevos features la están haciendo popular en estos días.

La nube, ese mítico espacio intangible que se encuentra en todos lados se ha vuelto muy popular en estos días, servicios como iCloud, Dropbox o la nube de Amazon son cada vez mas útiles gracias al incremento de funcionalidades y espacio, así como la disponibilidad de mayor acceso a internet.

¿Qué es la nube? yo quiero pensar que son millones de servidores (computadores) en diversas partes del mundo, alimentándose de código de manera silenciosa mientras nos tomamos un café y hacemos un post o enviamos un correo. En realidad eso es, y seguramente no sabremos con certeza en cuántos de esos miles de dispositivos tenemos alguna referencia nuestra aguardando ser revelada.

La nube es el espacio que siempre ha existido desde que existe el Internet, la hemos usado durante mucho tiempo y hemos almacenado inconscientemente solamente una porción de nuestros datos en ella. Si alguna vez abrieron una cuenta en un servicio de correo electrónico como Gmail o Hotmail, entonces han tenido guardadas miles de cartas, fotos, presentaciones y documentos importantes que van desde cuerpos legales hasta resumés.

En algunos casos la nube ha sido solo una leve neblina donde teníamos un espacio insignificante destinado a nuestra correspondencia. Es probable que quienes abrieron estos servicios tenían pensado educarnos o evangelizarnos acerca de su utilidad esperando el momento en que el desarrollo de nuevas tecnologías permitiera hacer uso de miles de funcionalidades que nos hicieran gastar un par de dólares al mes para activar algún servicio premiun, dándonos esa sensación de que somos personajes VIP.

La nube es también un espacio lleno de peligro y senderos tortuosos, donde uno se encuentra con cosas que no necesita o es objeto de agravios y ataques, justamente porque de cierta medida no entendemos la importancia del manejo mesurado de nuestro contenido e información cuando la almacenamos.

Obviamente en muchos de los servicios que utilizamos a diario seleccionamos formas de seguridad para resguardar lo mejor posible lo que manejamos, pero a veces no es suficiente. Cada vez que cargamos una foto en facebook, hacemos un comentario en twitter, enviamos una cadena de correo, etc… somos propensos a que nuestra información se distribuya de manera exponencial mostrando de manera peligrosa nuestras costumbres, nuestro patrón de vida y nuestros itinerarios. Cada vez somos más esclavos de lo que decimos, porque tenemos la tendencia a no callarnos nada.

Lo que pasa es que cada espacio que exista en el internet es un receptor y almacenador de datos y como en el caso de Facebook estos datos se muestran muchas veces de manera libre sin que seamos capaces de impedir su propagación.

No todo es malo por supuesto, para quienes compartimos y editamos miles de documentos técnicos la nube puede ser un medio eficaz para distribuir, revisar y acelerar el proceso de publicación de nuevas ideas y de nuevos proyectos.

Antes el almacenamiento era físico y teníamos discos flexibles, evolucionamos hacia el disco compacto, el DVD, los Flash Drives por USB y miles de baratijas que nos permitían guardar, compartir, contaminar o evitar llevar miles de papeles en la mano al generarlos en formato digital.

Sin embargo con el advenimiento de la nube, hemos visto como han ido desapareciendo algunos de ellos, quizás no de manera tan directa pero en algo a incidido su poderosa influencia, tanto es cierto esto que la nueva generación de PCs pronto prescindirá de los lectores ópticos que nos permitían grabar películas, canciones y otra información. La nube se está apoderando de ese espacio y ha venido para quedarse.

Como es inevitable que eso suceda, en los próximos años ya no hablaremos de la nube, porque esta será omnipresente, nuestra discusión será acerca del acceso y la velocidad de transmisión y también de los miles de dólares que nos clavaron por no tener un resguardo de seguridad en alguno de los espacios que teníamos generados en la “Madre Nube”.

La moraleja va hacia el lado de la preparación, conozcamos más los espacios que creamos, la forma en que queremos compartir la información y los servicios que contratamos.

Una vez un amigo me dijo que el Internet era el basurero más grande del mundo, en el cual teníamos que buscar bien para encontrar algo medianamente utilizable. En ese entonces no entendía bien a qué se refería porque me imaginaba que los espacios digitales aliviaban la carga de generar papel y otras formas de almacenamiento físico. No es sino hasta hoy después de haber abierto mis buzones de correo muchas mañanas en que lo entiendo, me paso escarbando en la basura que me llega todos los días tratando de encontrar ese correo con la confirmación de mi nuevo trabajo, Jefe si estás leyendo esto es broma 😉

Cuidado se electrocutan con los relámpagos!!

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